Tel Aviv y otras ciudades de Israel fueron escenario de multitudinarias protestas contra el plan del primer ministro Benjamín Netanyahu para ocupar la ciudad de Gaza. Miles de manifestantes, incluyendo reservistas y miembros del ejército, afirmaron que no están dispuestos a “seguir sirviendo en esta guerra política”, denunciando que las decisiones del gobierno prolongan innecesariamente el conflicto.
La movilización se produjo tras el anuncio de Netanyahu de mantener una presencia militar prolongada en la Franja de Gaza, una medida que, según críticos, busca afianzar su posición política en medio de investigaciones por corrupción y presiones internas. Los organizadores advirtieron que esta estrategia pone en riesgo la seguridad de Israel y dificulta los esfuerzos diplomáticos para un alto al fuego.
En las concentraciones, los participantes portaron pancartas exigiendo elecciones anticipadas y acusando al gobierno de priorizar intereses personales sobre el bienestar nacional. Varios oradores señalaron que continuar la ofensiva militar no garantiza la paz y que el país necesita un liderazgo capaz de abrir caminos hacia la reconciliación.
Las protestas coincidieron con un llamado de organizaciones internacionales para que Israel y Hamás detengan las hostilidades y permitan la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, donde la situación se agrava por la escasez de alimentos, agua y medicinas. Mientras tanto, el gabinete de Netanyahu mantiene su postura de que el control de Gaza es “indispensable” para la seguridad israelí.