La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) rescató un ejemplar de ocelote (Leopardus pardalis) en el municipio de Fusagasugá, luego de que un ciudadano reportara su tenencia voluntaria tras encontrar herido en una carretera mientras viajaba desde la costa Caribe hacia el interior del país.
El felino, considerado el tercer más grande de Colombia, fue entregado a los profesionales de la Dirección Regional Sumapaz, quienes se desplazaron de inmediato para recogerlo y brindarle atención veterinaria. Tras una evaluación inicial, los expertos determinaron que el animal se encontraba en condiciones estables, por lo que fue trasladado al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) de la CAR, donde comenzó su proceso de recuperación y rehabilitación.
La directora regional Sumapaz, Érika Álvarez, destacó la oportuna reacción de la comunidad y del equipo técnico de la entidad. “El mismo día que se recibió la llamada, nuestros profesionales acudieron al lugar y recibieron al ocelote, que inmediatamente fue atendido por especialistas. Es el primer ejemplar de esta especie que recibimos en nuestra regional”, precisó la funcionaria.
El ciudadano que lo rescató relató que encontró al animal en mal estado a un costado de la vía y decidió brindarle resguardo y alimento durante su trayecto, con el compromiso de entregarlo a las autoridades ambientales al llegar a Fusagasugá. Su acción permitió que el felino recibiera la atención necesaria para sobrevivir.
El director general de la CAR, Alfred Ballesteros Alarcón, resaltó la importancia de la colaboración ciudadana en la conservación de la biodiversidad: “Este rescate demuestra que la corresponsabilidad entre la comunidad y las autoridades ambientales es clave para proteger nuestra fauna silvestre. Cada reporte oportuno puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de un animal en riesgo”.
Durante este año, la Dirección Regional Sumapaz ha recibido 84 animales silvestres de distintas especies –entre ellos un perezoso y una comadreja-, lo que evidencia un creciente compromiso ciudadano con la protección de la naturaleza.
El ocelote, una especie que cumple un papel vital en el equilibrio ecológico al regular las poblaciones de roedores, iguanas y serpientes, enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat, los atropellamientos y el tráfico ilegal. La CAR reiteró el llamado a reportar cualquier caso de tenencia, comercialización o avistamiento de fauna silvestre, recordando que estas prácticas afectan gravemente los ecosistemas y constituyen un delito ambiental.







