La Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ) aseguró que la megaobra que se ejecuta en el sector de Bomberos en Armenia ha sido diseñada para respetar los ecosistemas de la zona, con una afectación ambiental mínima y un plan de compensación forestal que garantizará la preservación de la flora y fauna.
El director general encargado de la entidad, Juan Esteban Cortés Orozco, se refirió a la articulación institucional en el desarrollo del proyecto: “La importancia, la presencia de la autoridad ambiental en obras tan importantes para la ciudad. Yo creo que vale la pena resaltar el trabajo por parte del alcalde James Padilla García, de su equipo de trabajo desde la Secretaría de Infraestructura y desde el Departamento Administrativo de Planeación, porque fue un trabajo muy articulado entre CRQ, Planeación e Infraestructura”, afirmó.
Durante la planeación se identificaron retos ambientales significativos, como la presencia de fuentes hídricas y suelos de protección. Frente a ello, Cortés explicó que los diseñadores adaptaron el proyecto a las condiciones del territorio: “La obra no tocó suelos de protección, la obra no manejó temas de canalizaciones de las fuentes hídricas, toda vez que no se encuentra la necesidad. Es decir, se respetaron todos los ecosistemas habitantes en la obra”, aseguró.
En cuanto a la tala necesaria de árboles, la CRQ precisó que se tramita un permiso de aprovechamiento forestal que contempla la intervención de alrededor de 86 individuos, con un plan de compensación que permitirá la siembra de nuevas especies acordes con el ecosistema del área.
Sobre el manejo de los materiales de excavación, el director enfatizó que la disposición de estos ya está cubierta en la planeación del contratista: “Caímos en cuenta de que en el momento de iniciar la obra se van a generar alrededor de 25 mil metros cúbicos de tierra. Tenemos que ser cuidadosos de que dicho material no vaya a dar, por error o accidente, a los suelos de protección. Esto ya el contratista lo tiene contemplado, todo desde su propia logística de obra”, explicó.
Finalmente, Cortés Orozco reiteró que la afectación ambiental será mínima, gracias a un diseño que se ajustó a la realidad del territorio: “La obra se adaptó a la realidad ambiental. No tuvimos que modificar nada ambientalmente hablando. Los diseñadores fueron muy juiciosos y semanalmente verificábamos los diseños para que no se afectaran los suelos de protección ni se incumpliera ningún componente normativo”