El significativo número de capturas realizadas durante este año en el Quindío ha generado un impacto directo en la capacidad del sistema carcelario y en las estaciones de Policía, donde el hacinamiento se ha convertido en una problemática creciente.
Así lo confirmó el secretario del Interior del Quindío, Jaime Andrés Pérez, quien explicó que lo corrido del 2025 ha sido un año altamente operativo tanto para la Policía Nacional como para el Ejército, superando ya las 3.000 capturas en el departamento.
“Este ha sido un año importante en materia de resultados, pero las cárceles presentan un fenómeno de hacinamiento que no solo es departamental, sino nacional. Además, no solo afecta a las cárceles, sino también a las estaciones de Policía con los sindicatos”, señaló el funcionario.
Pérez recordó que es una obligación de las entidades territoriales contar con espacios adecuados para la reclusión de las personas privadas de la libertad. En ese sentido, informó que ya se iniciaron gestiones ante el Ministerio de Justicia para solicitar celeridad en la culminación del nuevo patio carcelario en el municipio de Calarcá -Cárcel de Peñas Blancas-, obra que presenta un retraso de cerca de un año y medio.
De acuerdo con el secretario, este nuevo espacio permitirá disminuir de manera significativa el hacinamiento en las estaciones de Policía, e incluso acabarlo de forma definitiva, lo que facilitará que la Policía Nacional pueda concentrarse plenamente en su misión principal de vigilancia y protección ciudadana, y no en la custodia de sindicatos.
Las autoridades departamentales reconocieron que, aunque los resultados en seguridad han sido positivos, la infraestructura penitenciaria es hoy uno de los principales retos que enfrenta el Quindío para sostener la lucha contra el delito.








