La ampliación del perímetro del pico y placa en Armenia sigue generando controversia. Durante un reciente debate de control político, concejales, transportadores horas y representantes del sector público expusieron sus preocupaciones y propuestas frente a la medida adoptada por la administración municipal, que contempla una restricción vehicular de 12 continuas en toda la zona urbana.
El concejal José Ignacio Rojas, uno de los proponentes del debate, advirtió que la ciudad enfrenta una compleja coyuntura de movilidad debido a la simultaneidad de obras viales, la falta de vías alternas y la cercanía del fin de año.
“Lo que hemos querido plantear en el Concejo son unos argumentos de carácter técnico, diciendo que Armenia tiene tres zonas perfectamente diferenciadas. Hacia el norte, la ciudad depende de tres vías principales: la Centenario, la carrera 14 y la 19. Si se corta el flujo, por ejemplo, en la 19 en el sector de bomberos, estamos cortando el 33% de la circulación hacia el norte”, explicó.
Rojas insistió en la necesidad de sincronizar los planos de contingencia vial con los frentes de obra para evitar un colapso en la movilidad, especialmente entre el sur y el centro de la ciudad.
“Ya de por sí Armenia tiene dificultades para conectar el sur con el centro y con el norte. Si a eso le sumamos las restricciones y los cierres de vías por obras, se agrava el problema. Estamos diciendo que se tomen medidas que mejoren la movilidad, pero que no restrinjan la circulación de los ciudadanos”, precisó.
El concejal también cuestionó el momento escogido para aplicar las nuevas restricciones, señalando que coincide con una temporada crítica para la economía local. “No es que nos opongamos al avance de las obras, todos las estamos reclamando, pero estas restricciones caen en un momento de coyuntura: cierre de año escolar, temporada de fin de año y llegada de turistas. Pedimos que se consideren otros elementos antes de imponer medidas tan drásticas”, añadió.
Por su parte, Juan Carlos García, presidente de la Asociación de Transportadores del Quindío, defendió la necesidad de la medida, pero pidió coherencia entre los actores involucrados. “Equivocan en varios aspectos al decir que no hay nuevos estudios. Desde 2020 hemos entregado informes anuales a la Secretaría de Tránsito. El más lesionado ha sido el ciudadano, con mayores costos y tiempos de desplazamiento, no por falta de vehículos, sino por la congestión”, asegura.
El dirigente gremial advirtió que la movilidad en Armenia ha cambiado drásticamente y que ya no existen horas pico, sino congestión constante. “Hoy usted se demora 40 o 50 minutos del norte al centro, cuando antes lo hacía en siete. Eso no es justo para el usuario. Tenemos cerca de 8.700 vehículos informales que congestionan la ciudad. Aquí hay que pensar en ciudad, no en sectores”, enfatizó García.
Sobre esta misma línea, la gerente de la empresa Tinto, Liliana Rugeles, respaldó la decisión de la administración, argumentando que la medida busca fortalecer el transporte público y mejorar los tiempos de recorrido.
“Nuestra posición siempre ha sido clara: la ciudad requiere medidas que permitan al sector público ser competitivo. Los tiempos de recorrido se han incrementado en un 45%, y eso genera estrés en conductores y usuarios. Por eso, consideramos que esta modificación es absolutamente necesaria”, afirmó.
Rugeles recordó que el sistema de transporte público, con 346 autobuses en operación, debe ser prioridad dentro de la política pública de movilidad aprobada en 2023.
Finalmente, el concejal Jonatan Rojo, también proponente del debate, destacó que el propósito no es frenar las decisiones del Ejecutivo, sino aportar alternativas que mitiguen los impactos de las obras y las restricciones.
“La intención fundamental es abrir esta discusión y conocer las que pretenden desarrollar la administración para mitigar la congestión acciones vehicular. Planteamos alternativas como aplicar restricciones solo en las zonas de obra o para vehículos de carga pesada. No se trata de oponerse, sino de buscar un equilibrio”, sostuvo Rojo.
Los concejales coincidieron en que la movilidad de Armenia requiere soluciones integrales, que incluyan fortalecimiento del transporte público, regulación del parqueo y carga en vía pública, y mejor coordinación de los cronogramas de obra para evitar afectar la economía y la vida cotidiana de los ciudadanos.







