Un grave caso de maltrato animal ha generado indignación en Bogotá. Un fiscal de la Seccional Bogotá imputó a José Oliverio Silva los delitos de hurto agravado y lesiones que menoscaban gravemente la salud o integridad física del animal, agravado por actos sexuales, tras comprobarse que habría agredido a una perrita llamada Keila, que había sido reportada como hurtada por su dueña.
Los hechos ocurrieron el pasado 5 de septiembre en el barrio Gibraltar, en la localidad de Ciudad Bolívar. Testimonios de vecinos permitieron ubicar el lugar donde se encontraba el animal y alertaron a las autoridades. Al llegar al sitio, los servidores del CTI de la Fiscalía y de la Policía Nacional encontraron a la perrita en delicado estado de salud.
Exámenes practicados por veterinarios de la alcaldía local confirmaron que Keila había sido víctima de agresiones sexuales, lo que agravó la situación judicial del señalado.
Por solicitud de la Fiscalía, un juez de control de garantías impuso a Silva medida de detención preventiva en centro carcelario, mientras avanza el proceso en su contra.
El implicado no aceptó los cargos durante las audiencias preliminares.