La ciudad de Grindavik, en el suroeste de Islandia, se encuentra en riesgo de sufrir una erupción volcánica tras vivir más de 2.000 terremotos durante este fin de semana.
Ante la evidencia de que el magma se está moviendo bajo la superficie, las autoridades han ordenado la evacuación de miles de personas y han advertido de un peligro “considerable” de una erupción en la península de Reykjanes o cerca de ella.
Las consecuencias devastadoras que podrían derivarse de las erupciones volcánicas, causadas por el aumento de temperatura y presión de los gases en el manto terrestre, preocupan a la región.
La ubicación geográfica de Islandia la coloca en una posición especialmente propensa a los terremotos, pues esta se encuentra sobre la divergencia entre las placas de Norteamérica y Eurasia en la dorsal mesoatlántica.