La administración municipal de Armenia anunció el inicio de las intervenciones en el sector de Bomberos, como parte de la construcción del intercambiador vial, una de las obras más grandes en la ciudad. Desde este martes 23 de septiembre comenzarán a aplicarse cierres parciales en la zona, medida que se extenderá hasta diciembre mientras avanza la fase inicial de los trabajos.
La secretaria de Infraestructura, Claudia Arenas, explicó que “desde este martes vamos a ver señalización en el sector del intercambiador. Estamos en la fase de preconstrucción, sin embargo vamos a empezar obras antes de lo planeado”. Según detalló, los cierres afectarán el tramo comprendido entre la Segunda Norte y la glorieta del Bolo Club, en un sector de aproximadamente 180 metros lineales, con reducción a un carril por calzada.
La funcionaria precisó que en esta etapa se adelantará la subterranización de redes de servicios públicos en el costado norte-sur, junto a Niza Boulevard, y posteriormente se iniciará el pilotaje, es decir, la cimentación del deprimido. “En resumen, cierres parciales de aquí hasta el mes de diciembre. Y en el mes de diciembre empiezan los cierres totales en un tramo, no en todo el intercambiador, en el tramo norte-sur después de la rotonda como tal”, aclaró Arenas.
Sobre la movilidad, explicó que el Plan de Manejo de Tráfico (PMT) será dinámico: “dependiendo cómo se comporte esa movilidad, cómo nos comportemos también la ciudadanía en ese uso, vamos a tomar decisiones (…) cuando empiecen las excavaciones mayores sí estamos contemplando la posibilidad de extender el pico y placa o ajustar los horarios de ingreso a colegios”.
Un proyecto estratégico para la ciudad
El alcalde de Armenia, James Padilla, destacó la obra, aunque reconoció los traumatismos que genera en la movilidad y el comercio. “Es absolutamente imposible no generar un traumatismo, el ejemplo más sencillo me lo daba un señor: si yo voy a organizar la cocina de mi casa yo tengo que desbaratar todo, desafortunadamente es así. La gente me exige obras, pide desarrollo, y este punto estratégico nos va a generar una mayor tranquilidad a una Armenia que día a día va creciendo”, señaló.
Padilla agregó que se realizará una reunión en la Cámara de Comercio con comerciantes de la zona, con el fin de mitigar los impactos económicos y sociales. “Estamos absolutamente convencidos de que de parte de la administración estamos dispuestos a dar respuestas y llegar a acuerdos”, sostuvo.
Movilidad con retos
Por su parte, el secretario de Tránsito y Transporte, Daniel Jaime Castaño, recordó que la intervención en la Segunda Norte, que adelanta Empresas Públicas de Armenia, tiene su propio plan de tráfico, pero se articula con el del intercambiador. “En una hora pico pueden pasar ocho mil vehículos por este ordenador de Bomberos, entonces es indudable que va a haber congestión. Tenemos que acostumbrarnos a eso durante estos dos años”, dijo.
El funcionario llamó a los conductores a planificar sus viajes y usar vías alternas: “si no tenemos que ir a este punto del sector del Coliseo, no lo hagamos porque es sumarle más tráfico a un punto que va a estar supremamente congestionado”. Además, indicó que ya se dispone de personal de tránsito permanente en el sector y que, de ser necesario, se modificarán semáforos y se reforzará la presencia de reguladores en las horas pico.
Avance en otros frentes
En paralelo, la secretaria de Infraestructura a terminar en un par de semanas, mientras en el Poblado iniciarán nuevas intervenciones.informó que los 11 tramos de la malla vial 12K avanzan en un 65%. Con corte al viernes pasado, el tramo de la Avenida Centenario está próximo
“Tenemos ya adjudicado el mismo contratista del intercambiador para avanzar en estos frentes. La idea es articular las obras de pavimento con las de alcantarillado de Empresas Públicas de Armenia y así cumplir con la meta de 20 kilómetros del plan de desarrollo”, puntualizó Arenas.
Con el inicio de los cierres parciales y la socialización de las fases del proyecto, la ciudad entra en una etapa de transformación vial que marcará la movilidad de los próximos años, aunque con los retos propios de una obra de gran envergadura.