En Oudenbosch, Países Bajos, un peculiar helado ha captado la curiosidad de los habitantes: el “helado de paracetamol”. Este singular postre combina el placer de un helado con las propiedades analgésicas del medicamento.
La iniciativa proviene de una panadería local, donde cada porción contiene 500 mg de paracetamol, el equivalente a una tableta. Según el propietario, Jan Nagelkerke, la idea surgió como una forma innovadora de ofrecer un sabor alternativo al fusionar medicina y gastronomía.
Para elaborar 6 litros de este helado, Nagelkerke utiliza 20 tabletas de paracetamol y añade jugo de limón, lo que aporta un toque refrescante al producto final.
La Autoridad de Seguridad Alimentaria de los Países Bajos alertó que para comercializar el helado con paracetamol es necesario contar con un permiso especial. Ante esta advertencia, Jan Nagelkerke optó por retirarlo de la venta y mantenerlo solo como una curiosidad.
El helado ha generado gran interés entre quienes desean probarlo, lo que ha abierto un debate sobre la seguridad alimentaria y el acceso de las personas a productos que combinan lo convencional con sustancias que requieren supervisión médica.