Por primera vez en la historia reciente, se ha confirmado la extinción de una especie de ave que habitaba Europa continental. El zarapito de pico fino, un ave migratoria que solía criar en Siberia occidental e invernar en torno al Mediterráneo, ha sido declarado “probablemente extinto” por científicos de BirdLife International, el Naturalis Biodiversity Center y el Museo de Historia Natural de Londres.
El último avistamiento de esta especie ocurrió en 1995 en Marruecos, en la zona de Merja Zerga. Desde entonces, múltiples expediciones y búsquedas exhaustivas en sus áreas de reproducción e invernada han fracasado en encontrar algún rastro del zarapito. “Se exploraron cientos de miles de kilómetros cuadrados, pero todo esto resultó, desgraciadamente, en nada”, explicó Alex Bond, conservador jefe de aves del Museo de Historia Natural.
Aunque las razones específicas detrás de la extinción del zarapito de pico fino siguen siendo inciertas, los expertos señalan varios factores críticos:
- Pérdida de hábitat: La transformación de turberas y humedales costeros para usos agrícolas destruyó sus zonas clave de reproducción y alimentación.
- Caza: La presión de la caza pudo haber acelerado el declive de una población ya frágil y fragmentada.
- Otros factores: La contaminación, enfermedades, depredación y el cambio climático son amenazas adicionales que pudieron contribuir a su desaparición.
La declaración de extinción del zarapito de pico fino evidencia las consecuencias devastadoras de la acción humana en los ecosistemas. Según un estudio publicado en Science, más de 600 especies de aves han desaparecido en los últimos 130.000 años, y se estima que podrían extinguirse más de 1.300 especies en los próximos 200 años si no se toman medidas urgentes.
“A medida que continúe el cambio climático, este va a ser el statu quo. Afrontar la destrucción del hábitat, la contaminación y el cambio climático es nuestra mejor oportunidad para proteger a las aves dentro y fuera de nuestras fronteras”, advirtió Alex Bond.
Organizaciones como BirdLife International y otros expertos instan a la comunidad internacional a intensificar los esfuerzos de conservación. El caso del zarapito de pico fino es un recordatorio de la fragilidad de los ecosistemas y de la necesidad urgente de tomar medidas para preservar la biodiversidad global.