Dios puso delante del hombre la posibilidad de vivir plenamente: Emocionalmente equilibrado, espiritualmente vivo, intelectualmente seguro. Pero un día este hombre escogió dirigir su vida según su propia conveniencia y escogió hacer lo que consideraba bueno a su propio parecer.
Pensó que con ellos sería como Dios, pero su razón lo llevó a vivir de manera inestable y experimentó uno de los principios divinos: Todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará.
Lo que vives hoy probablemente se deba a la cosecha de tus actos de ayer o lo que sembraron otros para tu vida, pero no es tiempo de lamentarse si no de volver tus ojos a Dios y comenzar de nuevo. Vuelve a labrar la tierra y prepara tu nueva semilla para recoger mejores frutos y puedas enfrentar las responsabilidades de la siembra de ayer. El perdón de Dios está disponible para todo aquel que quiera comenzar de nuevo.
Cita para meditar.
2 Corintios 9:6:”Recuerda esto: Cualquiera que siembra escasamente también recogerá escasamente, y cualquiera que siembra generosamente, también generosamente segará”
Por: Pastor Raúl Martínez Quiceno