Una fuerte polémica nacional rodea la más reciente encuesta Polimétrica de la firma Cifras & Conceptos, luego de que la exalcaldesa de Bogotá y precandidata presidencial Claudia López Hernández cuestionara públicamente la independencia del estudio y sugiriera que habría sido financiado, al menos en parte, por algunos de los mismos candidatos medidos en la investigación.
En un mensaje divulgado en la red social X (antes Twitter), López aseguró que su campaña se negó a participar en lo que calificó como una “vaca” propuesta para costear la encuesta, y exigió que se revelen los nombres de quienes sí habrían aportado recursos. Sus declaraciones pusieron en entredicho la transparencia de un ejercicio estadístico que hasta hace poco gozaba de amplia credibilidad entre los analistas políticos del país.
“Querido @C_CaballeroR, le propusiste a mi campaña hacer una vaca de varios candidatos para pagar tu encuesta Polimétrica. No acepté”, escribió López, señalando además que los resultados fueron agrupados de forma “arbitraria”.
Aunque no existen pruebas concluyentes de que el sondeo haya sido manipulado, el solo hecho de que se cuestione su financiamiento genera un serio golpe a la confianza pública en los mecanismos de medición electoral. De confirmarse algún tipo de aporte privado proveniente de campañas políticas, se configuraría un claro conflicto de interés que comprometería la independencia de la firma encuestadora.
La ficha técnica divulgada por Cifras & Conceptos sostiene que la encuesta fue pagada con recursos propios y suscripciones empresariales, sin detallar qué entidades o personas participaron en dicha financiación. Hasta el momento, César Caballero, gerente de la compañía, no se ha pronunciado sobre las denuncias, lo que ha alimentado la percepción de opacidad y ha dejado sin respuesta una serie de inquietudes sobre la metodología empleada.
Desde el Meta, allegados al exgobernador Juan Guillermo Zuluaga, precandidato de la coalición Fuerza de las Regiones, consideran que el estudio lo habría desfavorecido de manera inexplicable. Según los datos divulgados, Zuluaga aparece con un 2 % de apoyo, muy por debajo de otros aspirantes como Aníbal Gaviria (9 %) y Juan Carlos Cárdenas (3 %). Pese a ello, en la medición de reconocimiento figura segundo, lo que para varios analistas no resulta coherente con el resultado final.
El caso ha reabierto un debate de fondo sobre la ética y transparencia de las encuestadoras políticas en Colombia, especialmente cuando los procesos de financiación no son plenamente públicos. Por ahora, todo se mantiene en el terreno de la presunción, pero la confianza —uno de los pilares de la medición de opinión— ha quedado en entredicho.







