Dentro de grandes carpas grises ubicadas en la carrera 30 con calle 63, junto al Coliseo El Campín, hay miles de toneladas de arena. 6.500 para mayor exactitud. Pero esta no es cualquier arena originaria de una playa. Son granos provenientes del río Sumapaz, que cumplen con las condiciones de forma y constitución necesarias para tallar esculturas de hasta ocho metros de altura. Estas esculturas hacen parte de la exhibición Bogotá. Maravillas del mundo en arena, la primera muestra profesional de este tipo en América Latina.
El pasado 20 de septiembre Raimundo Charris, escultor barranquillero de 53 años, se acercó al lugar para confirmar el rumor de un amigo suyo: que allí un grupo de escultores extranjeros tallaría imponentes figuras con el material arcilloso. Rondó el lugar por tanto tiempo que generó la inquietud de los organizadores de la exposición. Cuando Charris tuvo la oportunidad les presentó un CD con fotografías de esculturas suyas hechas en arena, algunas de ellas famosas en la capital, como los pesebres de navidad que realiza desde hace tres años en el Parque El Virrey. Entonces les manifestó su intención de participar en el evento y conocer a los artesanos extranjeros. “Empecé trabajando como obrero hace dos semanas y poco a poco me he ganado un espacio. Por eso ya me dieron un segundo bloque de arena para esculpir una vendedora de frutas”, cuenta Charris.
En esta figura trabaja el colombiano con la asesoría del español Benjamín Probanza, uno de los 47 artesanos de diferentes nacionalidades pertenecientes a la World Sand Sculpting Academy y que adelantan los últimos detalles de esculturas como el Cristo Corcovado, la Gran Muralla China, las pirámides de Egipto, entre otras obras representativas del mundo.
Junto con Charris hay cuatro colombianos más aprendiendo la técnica de tallar esculturas con arena, por medio de bloques compactados para que el artesano empiece su labor desde el nivel más alto hasta llegar a la base. “Veo que en el país hay mucho talento. Ahora es cuestión de que tengan la oportunidad de esculpir en bloques, porque es muy distinto a hacerlo con la mano, como se hace con la arena de playa. No se pueden hacer cosas de mucha altura”, señala Probanza.
La exhibición, organizada por la empresa de entretenimiento Foco Urbano, estará abierta al público desde el 20 de octubre.
Verónica Téllez Oliveros | Elespectador.com