Según los registros el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea, las temperaturas medias de la superficie aumentaron casi 0.2°C por encima del récord del 2016, a 1.48°C por encima de los niveles preindustriales.
Esta variación térmica significa un “testimonio dramático de lo lejos que estamos ahora del clima en el que se desarrolló nuestra civilización”, dijo Carlo Buontempo, director de Copernicus UE.
A lo largo del año pasado se registró un gran número de fenómenos naturales en todo el planeta, que evidenciaron el rápido avance del calentamiento global, casos como las olas de calor, inundaciones, sequías e incendios forestales, mostraron nuevas señales de un planeta débil.
Asimismo, en el 2023 se documentó septiembre como el mes más cálido jamás registrado. Sin embargo, más allá del impacto de fenómeno de El Niño, el principal factor tras las anomalías detectadas a nivel global es el aumento de los niveles de gases de efecto invernadero debido al uso humano de combustibles fósiles.
Por tanto, si no se logra revertir este proceso, no habrá motivos para esperar resultados diferentes de cara al futuro y en pocos años, el 2023, que batió un récord, será probablemente recordado como un año fresco.