La tercera aerolínea de los EEUU fue a la Justicia al no llegar a un acuerdo de reducción de costos con los trabajadores. Declaró una deuda de US$ 29.600 millones, superior a su activo. Sus acciones caen el 86 por ciento
Una de las compañías emblemáticas de los EEUU tuvo que buscar la protección de la Justicia para que sus acreedores no le pidan la quiebra.
Sus cifras no le dejaron otro camino: casi US$ 30 mil millones de pasivo contra un activo de US$ 24.700 millones. La empresa realizó el trámite para acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras estadounidense (equivalente a la convocatoria de acreedores) en tribunales de Manhattan.
AMR, el nombre de la compañía matriz, evitó este paso luego de los atentados terroristas de 2001. Muchos de sus competidores sí lo hicieron para ajustar costos. Muchos de ellos salieron en mejor posición y hasta se fusionaron con otras firmas y pasaron a ser más rentables.
American busca reducir sus costos laborales desde 2006, pero no lo ha logrado. La firma dice que sus gastos en sueldos y otros beneficios supera en US$ 800 millones a los del promedio de la competencia.
La empresa avisó hace unas semanas que si no lograba el objetivo, la convocatoria de acreedores era una opción y ahora la materializó.
En el último trimestre, se sumó una suba de 40% en sus gastos de combustible por el alza internacional del barril de crudo, que la llevó a perder US$ 162 millones.
AMR aclaró en un comunicado que no reducirá sus vuelos y mantendrá sus frecuencias en todo el mundo.
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