Tuluá, Valle del Cauca, está en el centro del debate por un caso de presunto maltrato animal que ha generado indignación en la comunidad y entre organizaciones defensoras de los derechos de los animales. Un veterinario, identificado como Gustavo Muñoz Ramírez, fue judicializado por la Fiscalía General de la Nación tras ser acusado de provocar la muerte de un perro llamado ‘Yogui’ mediante descargas eléctricas, un método calificado como cruel e inadecuado.
Los hechos ocurrieron el pasado 9 de septiembre en una vivienda del barrio Diablos Rojos, donde el perro fue llevado para ser sometido a un procedimiento de eutanasia. Según la investigación liderada por una fiscal del Grupo Especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal (GELMA) de la Seccional Valle del Cauca, el protocolo debía realizarse mediante el suministro de medicamentos específicos que garantizaran una muerte indolora. Sin embargo, el veterinario habría optado por utilizar un cable eléctrico, causando un sufrimiento extremo al animal antes de su fallecimiento.
“Esta actuación no solo infringe los principios éticos de la profesión veterinaria, sino que también constituye una violación a las leyes que protegen a los animales del maltrato y el sufrimiento innecesario”, señaló la Fiscalía.
El acusado, quien fue imputado por el delito de maltrato animal, no aceptó los cargos. Mientras tanto, el caso ha generado una amplia reacción en redes sociales, donde ciudadanos y organizaciones defensoras exigen justicia para ‘Yogui’.