Lo que comenzó como una tarde de trabajo en el muelle fluvial de El Banco, Magdalena, terminó en tragedia para Cecilio Lagares, un reconocido vendedor de raspados de 70 años, quien perdió la vida tras ser atacado por un enjambre de abejas africanizadas y lanzarse al río Magdalena en un intento desesperado por huir.
El lamentable hecho ocurrió el 30 de enero, cuando un grupo de jóvenes que asistían a ‘La Gigantona’ habría alterado un panel de abejas en un árbol cercano a la plaza de la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria. En cuestión de segundos, los insectos se dispersaron y atacaron a más de diez personas en el sector del muelle.
Testigos relataron que Lagares, al verso rodeado por los insectos, intentó alejarse, pero ante la intensidad del ataque decidió lanzarse al río, esperando que el agua lo protegiera. Sin embargo, a diferencia de otras personas que también se arrojaron al agua y lograron salir, Cecilio desapareció entre la corriente.
Un pescador que presenció la escena contó a medios locales que “todos corrían para protegerse de las abejas”, pero Lagares quedó completamente cubierto por los insectos antes de lanzarse al río.
La angustia creció con el paso de los minutos. Familiares, pescadores y la comunidad iniciaron una búsqueda desesperada con la esperanza de encontrar con vida.
Tras una intensa búsqueda, en la mañana del 31 de enero, pescadores y unidades de la Defensa Civil encontraron el cuerpo sin vida de Cecilio en el sector Bocas de Las Palomas, jurisdicción del municipio de Altos del Rosario, Bolívar. El hallazgo confirmó los peores temores de sus seres queridos y de la comunidad, que durante más de 30 años lo vio recorrer las calles con su carrito de raspados.