En un operativo que dejó al descubierto una nueva y alarmante situación de maltrato animal, más de 15 animales —entre gatos, perros, aves y conejos— fueron rescatados de una vivienda en el barrio Camilo Torres, en Dosquebradas (Risaralda) donde vivían en condiciones de hacinamiento, insalubridad y evidente abandono.
La intervención se realizó en el marco de la estrategia ‘Alcalde Presente. Transformando tu Comuna’, y fue liderada por la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Gestión Ambiental junto a la Secretaría de Gobierno, la Inspección de Policía y la Policía Nacional, tras una denuncia ciudadana que alertó sobre el presunto maltrato de dos gatos y un perro.
Lo que comenzó como una inspección por un caso puntual, terminó por revelar un escenario escalofriante: animales amarrados, en jaulas estrechas y conviviendo con desechos y otros en estado de descomposición. En una de las habitaciones, por ejemplo, se encontró una jaula con dos gallinas: una viva y otra muerta, en avanzado estado de descomposición.
“Vinimos buscando dos animales, y salimos con cerca de quince en condición deplorable”, relató Luis Fernando Valencia, médico veterinario que acompañó el operativo. “Tenían felinos amarrados, caninos en una condición corporal muy baja, aves y conejos en muy mala condición. Esto no puede estar pasando en pleno siglo 21”.
Una vivienda reincidente
Según las autoridades, la misma vivienda ya había sido intervenida en ocasiones anteriores, pero los propietarios —dedicados al reciclaje— continuaban acumulando materiales y manteniendo animales en espacios reducidos, ignorando las advertencias.
“Uno pasa por ahí y el olor es insoportable, hay moscas, ratas, y los gritos de los animales no dejan dormir. Es difícil para todos”, expresó una vecina del sector, reflejando la angustia de la comunidad.
Los animales fueron trasladados a la Asociación Protectora de Animales, donde recibirán atención veterinaria, evaluaciones de salud y, de ser posible, vacunación. Las autoridades aclararon que se trató de una aprehensión preventiva, amparada en el artículo 46A de la Ley 1774 de 2016, más conocida como Ley Ángel, que busca salvaguardar el bienestar de los animales víctimas de maltrato.
Aunque en esta ocasión no se impusieron comparendos, las entidades anunciaron que se reforzará la vigilancia sobre el inmueble y no se descartan sanciones posteriores si los tenedores reinciden en estas prácticas.
“Estamos haciendo cumplir la Ley Ángel y toda la legislación que tiene que ver con el bienestar y la protección animal”, indicó Luz Yasmid López, secretaria de Desarrollo Agropecuario y Gestión Ambiental.
Las autoridades hicieron un llamado a la ciudadanía para continuar denunciando este tipo de hechos y recordaron que el maltrato animal es un delito que conlleva consecuencias legales.