Un trágico accidente ha dejado consternados a los habitantes del conjunto residencial Las Manitas, en Ventaquemada, Boyacá. El pasado 11 de noviembre, un niño de cuatro años perdió la vida tras ser atropellado por una camioneta en el parqueadero del conjunto.
Las impactantes imágenes del accidente, captadas por cámaras de seguridad, muestran el desgarrador momento en que el conductor del vehículo, al salir del estacionamiento, no se percata de la presencia del menor, quien había estado jugando en la zona. Según el video difundido en redes sociales, el niño se encontraba inicialmente sentado a un costado del área de parqueo. Al levantarse y caminar hacia la zona de tránsito vehicular, el conductor inicia su marcha sin notar la presencia del pequeño. En cuestión de segundos, el vehículo lo arrolla.
El menor, identificado como Jhosep Martín, fue trasladado de inmediato a un centro asistencial, pero lamentablemente llegó sin signos vitales. El hecho ha generado profunda tristeza entre los residentes del municipio y reabierto el debate sobre la seguridad en zonas comunes de conjuntos residenciales.
El accidente ha impulsado a las autoridades locales a abrir una investigación para determinar las circunstancias exactas y las responsabilidades del caso. En declaraciones preliminares, se conoció que el abuelo del menor señaló que la madre del niño no se encontraba presente en el momento del incidente, ya que estaba en Bogotá. Las primeras versiones indican que el conductor de la camioneta había ingresado al conjunto para dejar a una mujer, momento en el cual ocurrió la tragedia.
El alcalde de Ventaquemada, Óscar Montañez, expresó su solidaridad con la familia de Jhosep Martín. “Lamento mucho la muerte del niño. Hoy nuestro municipio está de luto. A sus padres, familiares y amigos, que sufren esta pérdida tan grande, mis sinceras condolencias. Los acompaño, mis oraciones están con ustedes en este difícil momento”, afirmó.
La difusión del video en redes sociales ha generado un fuerte impacto en la opinión pública. Mientras algunos cuestionan la falta de supervisión en zonas de riesgo como los parqueaderos, otros subrayan la responsabilidad de los conductores al maniobrar en espacios donde transitan niños y peatones.
La tragedia pone en evidencia la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en conjuntos residenciales, como la delimitación de áreas exclusivas para el juego infantil y el uso de señales preventivas para conductores. El caso seguirá bajo investigación mientras el municipio de Ventaquemada llora la pérdida de uno de sus más pequeños habitantes.