Al menos 40 personas murieron y más de 100 resultaron heridas después de que hombres armados ingresarán a un complejo de salas de conciertos cerca de Moscú y abrieran fuego antes de iniciar la presentación de la banda musical Piknik.
En el momento del ataque, unas 6.200 personas se encontraban en el recinto donde muchas de ellas intentaron huir, pero otras no lo lograron y fueron alcanzas por los impacto de bala.
Según el reporte, los atacantes, al parecer cinco, ingresaron al edificio armados con ametralladoras y dispararon numerosas ráfagas contra los asistentes, donde además, se registró una explosión, pues todos parecía indicar que “lanzaron una granada o una bomba incendiaria, lo que causó un incendio”, haciendo que gran parte de este se consumiera.
Dave Primov, presente en la sala, comentó a Kommersant: “Faltaban literalmente 10 minutos para el inicio del concierto, el 70% de toda la sala Crocus ya estaba reunida y escuchamos lo que pensé que eran fuegos artificiales, en el lado izquierdo, en algún lugar fuera del pasillo. Vimos cómo una multitud de personas de abajo empezaban a moverse como ríos y, entonces, nos dimos cuenta de que algo andaba mal. La gente empezó a gritar y a correr y empezaron los disparos, sólo ráfagas de ametralladora. Dispararon directamente a la multitud contra la gente”.
Por su parte, la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zajarova, expresó: “¡Toda la comunidad internacional debe condenar este crimen odioso!”.
Ahora, la Guardia Nacional Rusa (Rosgvardia) busca a los terroristas. “Las unidades especiales de la Rosgvardia trabajan en el lugar del atentado en el Crocus City Hall. Está en marcha la búsqueda de los criminales”, ha informado su oficina de prensa en un comunicado.