Con el aumento de contagios en el país en medio de la segunda ola del covid-19, las medidas recurrentes han sido cuarentenas totales para los fines de semana, restricciones al consumo de licor, toques de queda nocturnos y pico y cédula.
Aunque las autoridades han afirmado que con estas medidas se busca frenar la vida social y las fiestas y aglomeraciones que conllevan a elevar los casos, ¿son en realidad efectivas para controlar el avance del virus en el país?
Según le dijo a Colprensa el epidemiólogo y doctor en salud pública, Luis Jorge Hernández, estas medidas sirven de forma parcial para controlar el segundo pico, debido a que quienes se contagiaron y están generando este aumento de casos se infectaron en las celebraciones y reuniones en las noches de Navidad y Año Nuevo.
Hernández explicó que las cuarentenas o medidas de restricción servirán siempre y cuando sean más focalizadas y atiendan conglomerados y zonas en donde se evidencien focos de infección, más que imponer “medidas masivas o de montonera”.
“Deberíamos estar identificando cómo se comporta la pandemia en conglomerados, en grupos familiares, en hogares geriátricos, en centros de reclusión e identificar cordones sanitarios en esos sitios. Más que cuarentenas generalizadas o toques de queda, es focalizar en dónde se están identificando focos de infección”, explicó.
Para el experto, las autoridades sanitarias también deben tener en cuenta que las cuarentenas masivas y los toques de queda tienen un efecto importante en la salud mental de las personas y tampoco garantizan que no se adquiera el virus, pues los conglomerados familiares son algunos de los lugares en donde más se reportan los contagios.
“Las cuarentenas no son inocuas. Entonces si se hacen deben ser cortas, deben ser medidas y con información a la comunidad”, enfatizó.
Para Hernández, las medidas para este segundo pico deben ser diferenciadas por barrios, UPZ en el caso de la capital, comunas, etc.; y deben ser medibles para poder evaluar el impacto que tiene imponer las restricciones. Pero, sobre todo, explicó que hará falta una mayor intervención hacia la comunidad para que quienes deben estar aislados puedan hacerlo sin afectar su situación socioeconómica y para que así las cuarentenas y restricciones cumplan su propósito.
Según el experto, el esfuerzo en este nuevo pico debería concentrarse en hacer tamizaje masivo, identificar casos y contactos, y en hacer los cordones sanitarios necesarios y a tiempo.
Hernández explicó que, teniendo en cuenta los modelos y simulaciones, se espera que el segundo pico se mantenga en el mes de enero y comienzos de febrero, pero que luego comience a bajar cuando terminen de evidenciarse los conglomerados producto del mes de diciembre.
COLPRENSA