Que la senadora Paloma Valencia sea considerada uno de los mayores alfiles del Centro Democrático y, hoy por hoy, una de las grandes escuderas del expresidente Álvaro Uribe no es motivo de sorpresas para nadie. Pero, ¿hasta dónde llega su admiración y devoción por el exmandatario?
Este domingo, durante un video que Valencia transmitió en Facebook para hacer ‘pedagogía por el No en el plebiscito’ del 2 de octubre –cuando se refrendará el acuerdo de paz alcanzado esta semana en Cuba por elGobierno y las Farc– llamó la atención de sus seguidores un particular cuadro que se encontraba al fondo del recinto donde grababa: una imagen del Sagrado Corazón de Jesús cuyo rostro no era precisamente el del Mesías del cristianismo, sino del senador antioqueño al que algunos consideran hoy el redentor de la patria.
El hecho no pasó desapercibido para centenares de usuarios en las redes sociales, que rápidamente hicieron tendencia a la senadora en Twitter, solo superada por la noticia de la muerte del cantante mexicano Juan Gabriel.
Las redes sociales fueron también el escenario para que los tuiteros le recordaran a la senadora otras de sus salidas en falso, como cuando en septiembre de 2014, durante un debate sobre paramilitarismo en el Congreso, se ‘salió de la ropa’ y en una airada declaración –que incluso fue motivo de parodias– defendió al expresidente Uribe. Sus gritos y gesticulaciones pusieron en evidencia que la defensa era más emotiva que argumentada y, a pesar de que es una mujer muy joven, muchos le cuestionaron que tiene el mismo estilo de los políticos tradicionales que toda la vida han controlado el Congreso.
Igualmente controversial fue su propuesta de impulsar un referendo para dividir el departamento del Cauca en dos: uno para los indígenas y otro para los mestizos. Por si la propuesta no fuera lo suficientemente insólita,remató con una sentencia que parece sacada del manual de estilo de la campaña de Donald Trump: si se crea un departamento del Cauca indígena y otro mestizo, las negritudes de la región deberían escoger a cuál de esos dos territorios quieren pertenecer.
El Espectador