En una jornada maratónica, la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó la conciliación de la Reforma Laboral 2.0, dando así el último paso legislativo para que la iniciativa pase a sanción presidencial y se convierta en Ley de la República.
El acuerdo entre los conciliadores de Cámara y Senado permitió acoger el texto aprobado por la plenaria del Senado, que recoge más del 85 % de lo previamente avalado por la Cámara e incluye ajustes y mejoras, según explicó la representante María Fernanda Carrascal, del Pacto Histórico. La conciliación fue liderada en la Cámara por Carrascal y Juan Camilo Londoño (Alianza Verde) y en el Senado por Carlos Abraham Jiménez (Cambio Radical) y Samy Merheg (Partido Conservador).
El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, celebró la aprobación, calificándola como un “logro histórico” para la dignificación del empleo en Colombia. “El presidente Gustavo Petro recibe con enorme alegría lo que acaba de acontecer. Es fruto de un debate parlamentario democrático, progresista y en clave de derechos”, afirmó Sanguino.
Entre los puntos clave de la reforma destacan:
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Recargo nocturno desde las 7:00 p. m., que empezará a aplicarse seis meses después de la sanción presidencial.
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Pago de dominicales y festivos al 100 %, que se implementará de forma gradual: 80 % el primer año, 90 % el segundo y 100 % a partir del tercero.
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Laboralización del contrato de aprendizaje del Sena, que entrará a regir de inmediato, asegurando prestaciones, seguridad social y subsidios para los aprendices.
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Restricción a los contratos a término fijo, promoviendo el contrato indefinido como regla general.
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Cobertura en seguridad social para trabajadores de plataformas digitales.
No obstante, algunos temas propuestos inicialmente no fueron incluidos en la versión final, como la creación del contrato agropecuario, la formalización de transportadores y la ampliación de la licencia de paternidad.
El proyecto, impulsado como una de las principales banderas del Gobierno Petro, fue aprobado con amplia mayoría: 59 votos a favor y 16 en contra en el Senado; 126 votos a favor y 2 en contra en la Cámara.
Aunque desde el Ejecutivo se celebra la reforma como un avance para fortalecer derechos laborales y reducir la precarización, sectores empresariales y de oposición advirtieron sobre posibles impactos negativos en la generación de empleo formal, la productividad y la sostenibilidad fiscal, especialmente para micro y pequeñas empresas.
Ahora, el texto aprobado será remitido a la Casa de Nariño para la firma del presidente Gustavo Petro. Con esta sanción, la reforma entrará en vigencia y se iniciará la tarea de reglamentar su aplicación y socializarla con gremios y trabajadores.
Para el Gobierno, se trata de un paso histórico hacia la equidad y la justicia social en materia laboral; para sus detractores, un desafío que podría frenar la creación de empleo y aumentar los costos para la empresa privada.
La discusión sobre su implementación y los ajustes reglamentarios continuará en mesas técnicas y con la vigilancia de distintos sectores, mientras la ciudadanía y la comunidad empresarial permanecen atentas a los efectos prácticos de esta nueva reforma.