El presidente Gustavo Petro volvió a poner sobre la mesa el debate sobre la legalización de la marihuana en Colombia, argumentando que esta medida podría reducir la violencia generada por el narcotráfico. A través de un mensaje en su cuenta de X, el mandatario solicitó al Congreso de la República avanzar en la regulación del cultivo y comercio de esta planta, asegurando que la prohibición solo ha fortalecido a las mafias y perpetuado el conflicto en el país.
El pronunciamiento del jefe de Estado se dio luego de la captura de Namoussir Mounir, un ciudadano extranjero señalado como enlace entre carteles colombianos, mexicanos y de los Balcanes, quien residía en Cartagena. Según Petro, este hecho evidencia la creciente internacionalización de las redes criminales dedicadas al narcotráfico, lo que obliga a Colombia a replantear sus políticas frente a este fenómeno.
Actualmente, en Colombia el consumo de marihuana no está penalizado, pero su comercialización y producción sin licencia siguen siendo ilegales. La Corte Constitucional ha protegido el derecho al porte y consumo personal bajo ciertos límites, establecidos en 20 gramos de marihuana. Sin embargo, la Ley 30 de 1986 y el Código Penal sancionan con penas de hasta 20 años de cárcel el tráfico, fabricación y comercialización de sustancias estupefacientes, incluyendo la marihuana. Además, aunque en 2016 el gobierno permitió el uso medicinal y científico de esta planta bajo un esquema de licencias, el cultivo con fines recreativos sigue siendo ilegal.
“Hoy existen carteles mucho más poderosos que en la época de Pablo Escobar”, expresó el mandatario, advirtiendo que la estrategia basada en la prohibición ha fracasado en su intento de frenar el tráfico de drogas. En este sentido, el presidente insistió en que la legalización de la marihuana podría ser una alternativa viable para debilitar a los grupos armados ilegales que se benefician de este mercado ilícito y reducir la violencia asociada a su comercio.
La propuesta ha generado una fuerte controversia en distintos sectores políticos y sociales del país. Mientras algunos expertos y analistas respaldan la idea de regular la marihuana como una estrategia para desmantelar estructuras criminales y generar ingresos para el Estado, sectores de la oposición consideran que esta iniciativa podría incentivar el consumo de drogas y debilitar la lucha contra el narcotráfico.
Petro también subrayó que su gobierno continuará colaborando con otros países en la lucha contra las redes internacionales del narcotráfico. No obstante, enfatizó que es necesario avanzar hacia un modelo de regulación que permita controlar la producción y comercialización de la marihuana bajo parámetros legales, reduciendo así el poder de las organizaciones criminales.
“La prohibición de la marihuana en Colombia solo trae violencia”, concluyó el presidente, reiterando su llamado al Congreso para que legisle sobre el tema. Según su visión, la regulación de esta sustancia podría contribuir no solo a reducir la criminalidad, sino también a generar oportunidades económicas y fomentar un enfoque más humanizado en las políticas de drogas del país.