La madrugada del 26 de octubre, el municipio de Landázuri, en Santander, se vistió de luto tras el feminicidio de Liyen Moncada Cubides, de 16 años, quien habría sido asesinada por su padrastro, Elver Pineda, en el barrio El Jardín. La joven recibió un disparo en la cabeza mientras se trasladaba entre viviendas, luego de que su madre intentara protegerla enviándola a Bogotá debido a un altercado previo con Pineda, quien ya contaba con denuncias por abuso y violencia de género.
El alcalde de Landázuri, Carlos Morales, informó que Pineda huyó del lugar tras cometer el crimen y se comunicó con las autoridades para manifestar su intención de entregarse. Sin embargo, al día siguiente, fue hallado sin vida en una finca del corregimiento de Corinto, en una aparente acción de suicidio.
“Lo que puedo decir es que sí estaba, tuvo un altercado el día anterior al asesinato, la noche anterior con el padrastro y pues bueno, en ese altercado pues al parecer la madre toma la decisión de sacar a la joven de acá, se iba a desplazar a la ciudad de Bogotá en una flota a las 4 de la mañana y en el tránsito de una casa a otra porque ella no durmió en la casa que habitualmente estaba con su madre y su padrastro, fue donde fue agredida con el disparo y pues perdió la vida”, precisó Morales.
La comunidad se encuentra conmocionada ante este nuevo caso de feminicidio que resalta la urgente necesidad de medidas para proteger a las víctimas de violencia intrafamiliar. Carlos Morales, alcalde de Landázuri, expresó su repudio ante la tragedia y exhortó a la ciudadanía a denunciar actos de violencia que puedan poner en riesgo la integridad de sus seres queridos.
Las autoridades continúan investigando para esclarecer si existieron otras personas involucradas en el caso y si la víctima sufrió algún tipo de maltrato físico o sexual adicional. Por su parte, se conoció que la madre de la joven también era víctima de los maltratos de Pineda, reflejando un patrón de violencia que ahora ha cobrado la vida de una joven y dejado a una familia en duelo.
“Aquí debemos proteger los niños, niñas y adolescentes y también las mujeres porque al parecer, la señora con quien vivía este presunto agresor también era víctima de algún tipo de maltrato, esa es la consigna que debemos tomar aquí nosotros en Landázuri, en Santander y Colombia en general que a cualquier signo de alerta, de alarma de una mujer, de un niño, pues hay que creerle y hay que tomar acción rápidamente”, concluyó Morales.