Tras más de 20 años de incertidumbre, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) lograron identificar los restos de dos personas que fueron hallados en La Escombrera, Comuna 13 de Medellín. Este lugar, señalado durante años como una fosa común, guarda los secretos más oscuros del conflicto armado colombiano.
Las víctimas fueron un hombre de 28 años, vendedor ambulante y en situación de discapacidad, y una joven de 20 años, coordinadora de un grupo deportivo juvenil. Ninguno de ellos tenía antecedentes penales ni vínculos con el conflicto armado, lo que refleja la brutalidad y la injusticia de sus asesinatos a manos de paramilitares en complicidad con el Ejército, durante los años 2002 y 2003.

La joven fue vista por última vez la noche del 30 de julio de 2002, cuando salió a una reunión comunitaria en su barrio. Al día siguiente, pudo realizar una llamada a su madre informándole que había recibido órdenes de desplazarse, pero esa fue la última vez que se supo de ella. Según los informes de la JEP, habría sido interceptada por miembros del Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), trasladada hasta La Escombrera y asesinada allí.
El hombre de 28 años, quien padecía epilepsia y tenía dificultades para desplazarse, desapareció el 13 de octubre de 2002 tras salir de su hogar en el barrio Belencito. La Fiscalía asocia su crimen al Bloque Cacique Nutibara y al Frente José Luis Zuluaga, estructuras paramilitares con fuerte presencia en la Comuna 13 durante esos años.

Los restos fueron encontrados el pasado 18 de diciembre de 2024 durante excavaciones lideradas por equipos forenses de la JEP y la UBPD, en el marco de una medida cautelar de la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad. Según los análisis de Medicina Legal, ambas víctimas presentaban heridas de arma de fuego, específicamente tiros de gracia, que les causaron la muerte.
Aunque los nombres de las víctimas no serán divulgados por respeto a sus familias y para proteger la investigación, la JEP aseguró que todos los hallazgos están sustentados en fuentes y documentos oficiales. Este proceso hace parte de los esfuerzos por esclarecer lo ocurrido durante las 34 operaciones conjuntas de la Fuerza Pública y las AUC entre 2001 y 2024, donde miles de personas fueron desaparecidas en Colombia.