En medio del dolor y la conmoción tras el violento ataque en San Calixto, Norte de Santander, que cobró la vida del subteniente Anderson Yassing Gómez Posada, una imagen ha conmovido profundamente: Han, el leal perrito del oficial asesinado, permanece inmóvil en la cama que ambos compartían, esperando el regreso de su amo sin comprender que nunca más lo verá.
Desde el fatídico día, Han no ha dejado de llorar, y ha rechazado cualquier tipo de alimento. La emotiva escena refleja el vacío que ha dejado la partida del subteniente Gómez, abatido por un disparo en el tórax cuando él y sus compañeros eran atacados por miembros de un grupo armado, presuntamente del Ejército de Liberación Nacional -ELN, quienes hostigaron a los uniformados desde las montañas. A pesar de los esfuerzos por trasladarlo de urgencia a Cúcuta, la vida del oficial no pudo ser salvada.
El ataque también dejó herida a una niña de 12 años, aunque las autoridades han confirmado que su estado no reviste gravedad.
El fiel Han, en su inocencia, sigue aguardando el retorno de su compañero, mientras la Policía Nacional ofrece una recompensa de 100 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables de este atentado que ha dejado una profunda cicatriz en la región del Catatumbo.
El cuerpo del subteniente Gómez ha sido trasladado a Bogotá, donde se llevarán a cabo sus exequias. Sin embargo, su leal compañero, Han, permanece en San Calixto, esperando a su amigo caído, en un acto de lealtad que ha tocado los corazones de muchos.