Desde hace dos años, la Fundación Chocolate ubicada en la carrera 15 entre calles 12 y 13 del centro de Armenia, ha alimentados a cientos de habitantes en condición de calle. Todos los domingos de siete a diez de la mañana. Un grupo de jóvenes y mayores se acumulan en la puerta con placa 12 – 28 para recibir sus alimentos que los mantendrán activos durante el día.
Para Carlos Arcila, esta iniciativa nació con la inquietud de hacer algo por la gente de la calle, compartir un pan con chocolate a una de las poblaciones más vulnerables de la ciudad.
Aunque inicialmente el comedor estuvo diseñado para 130 personas, estas fueron aumentado cada fin de semana hasta llegar a un promedio de 500 personas, situación que se ha vuelto insostenible para los vecinos y comerciantes del sector.
“Uno no puede salir a la seis de la mañana a hacer deporte ni con sus hijos al parque porque ellos desde las cinco y media a seis están por toda la cuadra, orinándose, haciendo sus necesidades en las puertas de los almacenes. Ya han cerrado tres negocios por acá debido a eso. No volvieron a abrir los domingos precisamente por eso porque se querían robar las cosas (…)” contó Katherine Ateortua comerciante del sector.
“Hemos tenido bastantes problemas desde hace más de un año que dan estos desayunos. Al principio hablamos con el señor encargado de esta obra y él dijo que era imposible que lo quitara, pero le expresamos que estábamos inconformes porque mucha gente va a pedir a la panadería y molesta mucho a los clientes. Hemos tenido bastantes situaciones malucas donde ha habido peleas. Hace 20 días un cliente le respondió a una de estas personas que se fueran a trabajar y qué hicieron, le sacaron cuchillo y se pusieron a pelear con el cliente. Una señora le dijo que no le iba a dar y le escupieron encima.” Aseguró Francy Cano trabajadora de la Panadería Gusta Todo que se encuentra ubicada en una de las esquinas del sector.
Sebastián Morales, uno de los residentes del Edificio Cedritos y quien contactó a este medio para hacer la denuncia, agregó que ha presenciado mucha inseguridad; incluso peleas con armas cortopunzantes. “Esta semana hubo una pelea impresionante porque tres indigentes se pusieron a pelear con unos bombillos alógenos tirados en el piso y había una señora comprando que también casi la agreden, sino es por un guardia de seguridad que los de Gustatodo les toco contratar ahí mismo agreden a la señora.”
Precisamente Francy Cano también mencionó que para estos domingos en donde la presencia de habitantes en situación de calle incrementa, le ha tocado emplear a vigilantes. Sin embargo, como el comportamiento de estas personas no es el mejor, muchos de ellos han tenido que renunciar.
“A raíz de esto nos tocó poner un celador porque es demasiado la molestia que hemos tenido con los clientes. Pero a la segunda vez que fue el celador, él dijo que no volvía porque lo habían amenazado.”
Sobre las amenazas, Sebastián Morales también añade que esta población ha intimidado a los vecinos del sector por las acciones que han venido tomando con la administración municipal y con el representante legal de la fundación. “Los habitantes de la calle nos informaron que si a ellos les quitaba su desayuno pues los del sector serían los que iban a pagar las consecuencias quebrando los vidrios haciendo y deshaciendo como siempre han hecho.”
Las acciones
Ante la problemática los vecinos aseguraron que desde hace seis meses ha hecho el llamado a las diferentes autoridades, toda vez que el espacio público se ha visto afectado y por ende, los habitantes del sector. Sin embargo, aunque los tres primeros domingos, esta solicitud de acompañamiento sí se vio efectuada, a las semanas siguientes nuevamente se vieron abandonados por la administración municipal.
“En todas partes nos han dicho que eso no es algo que les pertenezca. Ellos se tiran la pelota del uno para el otro. La policía dice que eso es algo que le compete a la alcaldía, la alcaldía a la policía y no solucionan absolutamente nada. Lo último que lleve fue la carta a la diocesis pero eso es algo que no les competía porque era algo de EMAUS” agregó Francy comerciante del sector.
“Yo más que nadie soy consciente”
Carlos Arcila, representante legal de la fundación contó a Quindío Noticias que también ha tomado medidas sobre el asunto. Ya ha acudido a la alcaldía para solicitar acompañamiento, incluso para aunar esfuerzos entorno a esta población que es flotante y que cada día va en aumento. Sin embargo, también ha señalado a la administración por su falta de compromiso con el servicio social.
“Yo estoy de acuerdo con ellos, que es lo que ellos no han entendido, que yo estoy completamente de acuerdo con ellos. El problema social de la calle es difícil, nosotros hemos hecho muchas cosas, hemos hecho un pacto con los baños del Parque Sucre, ya no hacen colas, repartimos fichas cada 45 minutos, ya hemos controlado mucho eso, pero usted sabe que con ellos no son fáciles.”
Aunque los vecinos y comerciantes se preguntan si realmente esta fundación también permite una resocialización y rehabilitación a los asistentes, la verdad es que sí, al menos así lo aseguró Carlos Arcila quien dijo que con el apoyo de EMAUS, las personas que por voluntad propia decidan abandonar ese estilo de vida podrán ser ayudados con desintoxicación y un hogar de paso.
“Lo que nosotros queremos es llegar a un acuerdo, que nos den soluciones porque nos da mucho pesar de la obra. Nosotros la fundación trabajamos por la dignidad de las personas en situación de calle nosotros no entendemos por qué ellos no pueden tener un sitio digno.”
Lo que dice la Alcaldia
Mauricio Franco, coordinador de los gestores de convivencia de la secretaria de gobierno en la municipalidad, confirmó que sí hubo tres fines de semana en donde se prestó el acompañamiento para ese sector. Sin embargo, debido a que el domingo corresponde al día de descanso y existe una escaces de gestores – siete por todo el municipio – dejaron de asistir.
Ahora que los problemas y las constantes quejas de la ciudadanía han vuelto, desde este domingo once de agosto se comprometió la dependencia en acompañar domingo a domingo a la población de este sector, repartiendo tres gestores sociales cada fin de semana con la compañía de una patrulla. Esta actividad es considerada una herramienta disuasiva que permitirá controlar y/o recuperar el espacio físico en caso de alguna alteración.
Los habitantes del sector están escépticos con el compromiso de la alcaldía, sin embargo, esperan que haya una solución pronta a este problema que literalmente no los deja dormir.