El número de migrantes irregulares que cruzaron la selva del Darién, la peligrosa frontera natural entre Colombia y Panamá, se desplomó en un 94 % durante enero de 2025 en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos oficiales divulgados por el Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá.
De acuerdo con las cifras, en el primer mes de este año ingresaron por esta ruta solo 2.158 personas, frente a los 34.839 migrantes que lo hicieron en enero de 2024. Este descenso sin precedentes también se reflejó en Necoclí, Antioquia, donde el habitual hacinamiento de viajeros en el muelle ha desaparecido.
¿A qué se debe la drástica caída en el tránsito de migrantes?
El Gobierno panameño atribuye esta reducción a una serie de medidas implementadas desde mediados de 2024, entre ellas el cierre de caminos en la selva para canalizar el flujo por un único “corredor humanitario”, la imposición de multas a quienes ingresen ilegalmente al país y el aumento de vuelos de deportación financiados por Estados Unidos.
Desde la firma de un memorando de entendimiento entre Panamá y EE. UU. en julio de 2024, se han realizado más de 40 vuelos con migrantes deportados o expulsados. En los últimos cinco meses, Panamá ha repatriado a 1.881 personas, en un esfuerzo conjunto con Washington para frenar el tránsito irregular hacia Norteamérica.
El drástico descenso de migrantes ha afectado a los transportadores marítimos en Necoclí, quienes reportan una caída de 500 a solo 20 pasajeros diarios que buscan llegar a Acandí o Capurganá, en el Chocó, para cruzar la selva.
“Desde diciembre, la migración se vino a pique. Tuvimos un bajón de más del 90 %”, señaló un transportador en Noticias Caracol, evidenciando el impacto económico en la zona, que dependía en gran medida del tránsito de migrantes.

A pesar de la disminución de viajeros, las autoridades en Necoclí alertan sobre la posibilidad de que miles de migrantes varados en distintos puntos de la región intenten retomar la ruta hacia Estados Unidos, lo que podría generar una nueva crisis humanitaria.
La alcaldía municipal hizo un llamado al Gobierno Nacional para estar preparados ante un eventual incremento del flujo migratorio en los próximos meses. Mientras tanto, el Darién sigue siendo un territorio de alto riesgo: en 2024, al menos 55 migrantes perdieron la vida en la selva debido a ataques, enfermedades o fatiga, aunque las autoridades advierten que la cifra real podría ser mucho mayor.