El presidente Gustavo Petro afirmó recientemente en X que sus opositores “fracasaron” en su intento de detener la construcción de un metro subterráneo en Bogotá. En su mensaje, criticó nuevamente la propuesta del metro elevado, señalando su ineficiencia y el impacto negativo que tendría en los tiempos de transporte de los ciudadanos.
Según Petro, un estudio realizado por expertos nacionales e internacionales, contratado por el Ministerio de Transporte, concluyó que la conexión del metro elevado con una futura línea subterránea sería “antitécnica” y aumentaría los tiempos de desplazamiento en media hora para los usuarios. En contraposición, propuso soterrar el tramo central del metro, desde Puente Aranda hasta la avenida Caracas, lo que, según él, reduciría los tiempos de viaje en 20 minutos y mejoraría el sistema de transporte en la ciudad.
El presidente también sugirió convertir la avenida Caracas en una vía exclusiva para buses de Transmilenio, argumentando que el metro elevado limitaría la eficiencia del transporte urbano, convirtiéndose en un mero complemento de las troncales de buses.
Petro señaló al exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas por presuntamente haber “saboteado” el proyecto del metro subterráneo, al firmar en 2017, junto al entonces alcalde Enrique Peñalosa, un convenio que, según el mandatario, disfrazó un contrato de obra pública como concesión privada, sin contar con estudios suficientes.
Finalmente, el presidente responsabilizó al actual alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, por rechazar la oferta del Gobierno nacional de financiar el tramo subterráneo, una decisión que, según Petro, fue respaldada por el voto de los bogotanos.