En 2023, los cultivos de coca en Colombia crecieron un 10%, alcanzando las 253.000 hectáreas, un aumento de 23.000 hectáreas en comparación con el año anterior. Este incremento, sumado a un aumento del 53% en la producción de cocaína, elevó la producción a 2.664 toneladas, marcando un nuevo récord histórico, según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
La directora regional de la UNODC, Candice Welsch, destacó que una hectárea de coca produce hoy hasta el doble de cocaína que hace dos años, lo que refleja un incremento en la eficiencia de los cultivos. Cauca y Nariño fueron las zonas más afectadas, mientras que en 16 de los 19 departamentos con cultivos se registraron aumentos.
El informe también resalta que el 48% de los cultivos de coca se encuentran en áreas de manejo especial, como parques nacionales y resguardos indígenas, lo que agrava el reto para las autoridades.
Aunque según se dice, se han hecho esfuerzos por parte del Gobierno colombiano y el cambio en la estrategia de lucha contra el narcotráfico del presidente Gustavo Petro, priorizando la sustitución voluntaria sobre la erradicación forzada, la producción de cocaína sigue en aumento, posicionando a Colombia como el mayor productor mundial de esta droga. En 2023, se incautaron 705 toneladas de cocaína, una cifra insuficiente ante la magnitud de la producción.
“Los grupos armados en Colombia siguen estando muy involucrados en el mercado de la cocaína, lo que ha intensificado los conflictos violentos en las zonas afectadas por el narcotráfico, la minería ilegal y la trata de personas. El aumento de los cultivos también coincide con un aumento de la violencia contra los líderes sociales, un deterioro de las condiciones de seguridad y una presión adicional contra los grupos indígenas y afrocolombianos”, señala el informe de la UNODC.