En la tarde del miércoles 9 de abril, el aeropuerto internacional Almirante Padilla de Riohacha fue escenario de un violento y millonario robo ejecutado por un grupo de hombres fuertemente armados, quienes ingresaron directamente a la pista de aterrizaje a bordo de dos camionetas tipo Toyota Prado. El objetivo: interceptar un carro de valores de la empresa Brinks que transportaba varias tulas con dinero destinadas a ser enviadas en un vuelo comercial a Bogotá.
Según información preliminar, el robo ocurrió minutos antes del despegue de una aeronave de la aerolínea Latam, cuando el vehículo blindado se disponía a entregar el dinero en la zona de carga. Los atacantes accedieron por la puerta E1 del aeropuerto y, tras intimidar al personal de seguridad, desataron un tiroteo e incluso provocaron una explosión que generó pánico entre pasajeros y trabajadores de la terminal aérea.
Videos difundidos en redes sociales muestran el momento exacto del asalto y la posterior huida de los delincuentes con las tulas llenas de dinero, que se estima superan los 3.000 millones de pesos. Los hombres lograron escapar por la parte trasera del aeropuerto, derribaron un portón de seguridad y se dirigieron hacia la Troncal del Caribe. Uno de los vehículos utilizados en la fuga fue hallado más tarde incinerado en una zona rural, lo que evidencia la intención de los criminales de borrar cualquier rastro.
El operativo delictivo, que duró apenas unos minutos, obligó a suspender las operaciones aéreas en la terminal por cerca de dos horas. La Aeronáutica Civil confirmó que la suspensión obedeció a una “interferencia ilícita en la rampa”, mientras se realizaban las coordinaciones con la Policía Nacional, el Ejército y la concesionaria Aeropuertos de Oriente S.A.S para restablecer la seguridad.
A las 5:33 p. m., las autoridades informaron la reactivación de vuelos, mientras se activaban los protocolos de emergencia y un plan candado en las vías aledañas con el fin de dar con los responsables del hecho.
El alcalde de Riohacha, Genaro Redondo, confirmó que el objetivo del asalto era el dinero que acababa de llegar en un vuelo procedente de Bogotá y que se estaba transfiriendo hacia otra aeronave. “Asaltaron a un carro de valores y se llevaron un número importante de tulas con recursos”, declaró.
La Policía Judicial adelanta las investigaciones para esclarecer lo ocurrido e identificar a los responsables, sin descartar una posible complicidad interna en el aeropuerto.