Un encuentro para “hablar” terminó en un intento de feminicidio que hoy tiene una mujer de 25 años entre la vida y la muerte en una UCI de Bogotá.
Los hechos ocurrieron en el barrio Boitá, occidente de la capital, donde, según testigos, la joven fue arrollada deliberadamente por su exnovio, quien luego huyó en el vehículo y continúa libre.
De acuerdo con amigas de la víctima, todo empezó cuando la mujer aceptó reunirse con su expareja para conversar. Tras ver la final del campeonato de fútbol entre el Deportivo Independiente Medellín y Santa Fe, compartieron unas cervezas junto a varios amigos. Sin embargo, cuando la pareja quedó sola dentro del carro, la conversación escaló a una discusión violenta.
“Él no la quería dejar bajar del carro, le pegó un puño en la nariz y ella empezó a gritar para que no lo dejaran ir”, relató una amiga cercana.
En medio del forcejeo, la joven logró bajarse, le dio una patada al vehículo y pidió ayuda para evitar que huyera. En respuesta, el hombre aceleró en reversa y la atropelló, arrastrándola varios metros.
Gravemente herida, con 18 fracturas, cóágulos en los pulmones y lesiones internas, la joven fue trasladada de urgencia al Hospital de Fontibón, donde permanece en estado crítico a la espera de múltiples cirugías.
Familiares y testigos aseguran que no era la primera agresión: durante los tres años de relación, la joven ya había denunciado episodios de violencia ante la Fiscalía, pero las denuncias no prosperaron. “ Ya tenía varias denuncias, pero la Fiscalía no hizo nada. Hasta que pasó esto”, lamentó su amiga.
La víctima, madre de una niña de nueve años, se dedicaba a vender productos por catálogo para sostenerse. Hoy su familia pide justicia y exige a las autoridades capturar al presunto agresor, quien continúa libre. “Lo que pedimos es justicia. No puede quedar impune”, reclamaron entre lágrimas allegados de la joven.
Mientras tanto, la Policía y la Fiscalía no han confirmado la captura del señalado responsable, quien, según testigos, estaba en estado de embriaguez y habría intentado conducir de forma temeraria antes del ataque.
La familia y la comunidad insisten en que este caso no queda en la impunidad, pues se suma a la alarmante lista de feminicidios e intentos de feminicidio que azotan la capital.