El “Rey de la cuerda floja” Nik Wallenda, tuvo en suspenso a miles alrededor del mundo cuando, a través de Discovery Channel, se transmitió su proeza de caminar sobre una cuerda a una altura de 1500 pies sobre el cañón del Colorado, Estados Unidos, sin arnés ni protección alguna.
Wallenda venció ráfagas que en varias ocasiones le hicieron hincarse para esperar a que pasaran sin caer al vacío.
La travesía comenzó a eso de las 7:30 p. m. hora de Costa Rica y en la transmisión se oía al acróbata encomendarse a Dios y pedirle que calmara el viento. A la vez exaltaba lo imponente del paisaje que se veía desde las alturas. La señal llegó a 219 países.
Durante 22 minutos con 54 segundos Wallenda, que llevaba en sus manos una especie de tubo para mantener el equilibrio, caminó en las alturas mientras miles rezaban para que alcanzara con éxito la otra orilla.
Vestido de azul era observado por miles que acudieron al Gran Cañón para ver a este hombre, de 34 años, en una hazaña única.
Al llegar este atleta besó el piso de la otra orilla y abrazó a su esposa, hijos, y a otros familiares y amigos.
Fue el primer ser humano en cruzar el Gran Cañón sobre un cable de dos pulgadas de ancho y 426 metros de longitud.
“A medida que caminaba las paredes del acantilado me engañaban, por ilusión óptica” dijo el acróbata que corrió en los últimos metros, para luego ser entrevistado por personal de Discovery Channel.
Es la primer persona en lograr esta faena. Ya había cruzado las cataratas del Niágara sobre la cuerda floja en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, años atrás.