Inicio Internacional A perrita le tiraron aceite hirviendo pero siguió protegiendo a sus crías

A perrita le tiraron aceite hirviendo pero siguió protegiendo a sus crías

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Una desgarradora historia de maltrato animal dejó además una enseñanza sin precedentes en Merlo (Argentina), luego que una perrita callejera que había sido madre hace pocos días fue descubierta amamantando a sus cachorros, pese a que su cuerpo estaba herido por graves quemaduras inflingidas con aceite hirviendo.

El caso de Lina fue dado a conocer por el diario trasandino La Nación, luego de una denuncia presentada por el Proyecto 4 Patas, una organización sin fines de lucro abocada a difundir, proteger y promover los derechos de los animales. Según los antecedentes, el animal se acercó a una casa para pedir comida, pero la dueña del lugar se lo impidió y, para alejarla, le tiró aceite hirviendo.

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“Así la encontramos, con heridas y quemaduras en su lomo, en su cabeza y parte de uno de sus ojos. La imagen era desgarradora porque ella, con todo el dolor que uno puede imaginar, seguía amamantando a sus cachorros”, recuerda Carolina, una de las voluntarias de la organización.

Pese al lamentable ataque del que fue víctima, los cachorros de Lina estaban en buenas condiciones generales aunque un poco parasitados. “De todos modos los apartamos de ella en cuanto empezaron a alimentarse solos porque con la piel en carne viva y los cachorros caminando por encima de ella, Lina probablemente sintiera mucho dolor y era un sufrimiento evitable en el que nosotros podíamos colaborar“, aclaró la voluntaria.

Afortunadamente, Lina se ha recuperado lentamente de las lesiones, pero con importantes progresos. Su ojo evolucionó en forma favorable, pese a que en un principio se temía que perdería la visión. “Siempre fue buenísima, aunque nos miraba con desconfianza al principio; aún así se dejaba limpiar y curar esas heridas terriblemente dolorosas sin resistirse ni una sola vez. Y tardó muy poco en empezar a mover la cola cada vez que nos veía. Era terriblemente doloroso verla con sus cicatrices pero ella se comportó en todo momento con una entereza admirable que nos emocionaba. Dulce, buenaza, agradecida, una perra increíble”, señaló Carolina.


El desenlace de esta historia es aún más esperanzador, ya que sin siquiera haberse organizado una campaña la perrita fue adoptada por una familia que cuidaba desde antes a Alfio, otro perrito rescatado de la calle. Hoy Lina, cuyas crías han crecido fuertes y sanas, realiza una serie de gracias como sentarse para esperar la comida y para salir. Además se lleva bien con todos y le encantan los niños.


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